El Olivo en España: Un Viaje Milenario Desde Oriente Próximo

Ene 24, 2024 | Aove Salud | 0 Comentarios

El olivo se erige como uno de los símbolos más emblemáticos de España, testigo silente de siglos de historia y portador de un legado que se remonta a tiempos inmemorables. Pero realmente, ¿Cuál es la historia de este árbol tan emblemático?

En las tierras ibéricas, estos majestuosos árboles han arraigado con fuerza, algunos superando la asombrosa cifra de mil años de existencia. Un ejemplo excepcional se alza en Ulldecona, Tarragona, con una venerable edad estimada de más de 1700 años, destacando como el olivo más antiguo registrado en la península.

Este árbol icónico, cuya culminación en forma de aceitunas da lugar al codiciado aceite de oliva, también conocido como el ‘oro líquido’, ha tejido una intrincada historia que se entrelaza con la identidad mediterránea de España Y aunque parezca sorprendente, el olivo probablemente no sea originario de la península ibérica.

Un Viaje Antiguo: La Historia del Olivo en España

La narrativa de la llegada del olivo a España se sumerge en las brumas del tiempo, sugiriendo que los fenicios desempeñaron un papel crucial en su introducción. Al analizar la antigüedad de algunos olivos, se revela que su presencia en la península data de hace al menos 17 siglos. Sin embargo, la evidencia arqueológica nos transporta a épocas aún más remotas.

Restos arqueológicos que incluyen madera de construcciones, carbón de leña, granos de polen, huesos de aceitunas y vestigios de aceite en antiguas ánforas, arrojan luz sobre un pasado que se remonta al neolítico. De esta forma, los primeros rastros de olivos en la península ibérica se encuentran en la costa andaluza, en yacimientos como Palmones, la Cueva de Nerja y la Cueva de los Murciélagos de Albuñol, que datan desde hace 12,000 años.

La Edad del Cobre y del Bronce también abrazó la presencia del olivo, especialmente en la costa oriental de Almería, entre los años 3000 y 1400 a.C. Sin embargo, su arraigo en el interior de la península no se materializó hasta la Edad del Hierro, evidenciado en los yacimientos fenicios de Morro de la Mezquitilla, Cerro del Villar y Castillo de Doña Blanca.

Sabiendo esto, ¿Cómo llegó el Olivo a la Península Ibérica?

La incógnita sobre el origen de los olivos en España se encuentra en la complejidad genética de este árbol. Aunque la morfología de los granos de polen no permite distinguir entre olivos cultivados y acebuches silvestres, las subespecies tienen marcadores genéticos únicos.

Estudios genéticos sugieren que los olivos ibéricos tienen un origen variado, lo que respalda la hipótesis de múltiples introducciones por fenicios y romanos que finalmente derivó a la península.

Así, el olivo en España se erige como un testigo del tiempo, una amalgama de historias entrelazadas que han dado forma a su presencia milenaria en esta tierra de sol y tradiciones. De esta evolución milenaria, nace nuestro preciado Aceite de Oliva Virgen Extra, joya culinaria que corona este legado ancestral.

La esencia de este oro líquido, cuidadosamente elaborado en las tierras que vieron nacer al olivo, no solo es un tributo a la historia, sino también un testimonio de la pasión y maestría con la que se cultiva y extrae. En cada gota de este aceite, se destila la esencia de una conexión profunda con la tierra, encarnando la excelencia que en Molino de las Torres te ofrecemos. Un emblema de la autenticidad y la exquisitez que solo el tiempo y la dedicación pueden otorgar.

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